31/03/2009 04:00:00Carina García.
En las comunidades, muchas de ellas de la Costa, conviven el desarrollo turístico con la miseria
Son los invisibles. No figuran en los censos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Ley y las políticas públicas para el desarrollo están fuera de su alcance. Es la realidad de poco más de 30 mil afro-mestizos originarios de la Costa Chica, el Istmo de Tehuantepec y Valerio Trujano.
Lugares en donde convive el desarrollo turístico y la miseria, en donde más del 97 por ciento de estas personas viven con menos de dos salarios mínimos y el 27 por ciento es analfabeta, señaló el coordinador del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC) de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), Nemesio Rodríguez.
Lo anterior fue dado a conocer después de anunciar el “Primer Festival Oaxaca Negra” a realizarse del 1 al 19 de abril en la capital oaxaqueña.
Los más castigados
Las carencias en materia de educación, salud, servicios básicos, saneamiento ambiental con las que tiene que liderar la comunidad afro-mestiza de Oaxaca, incluso refleja las condiciones en las que viven cientos de comunidades indígenas del país, apuntó Nemesio Rodríguez.
El también investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calificó como un “hecho vergonzoso”, que las autoridades encargadas de generar políticas públicas para el desarrollo humano no cuenten con un registro de esta comunidad considerada como la “tercera raíz”.
La Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) exigió al INEGI, en mayo del año pasado, realizar un censo en los estados de Veracruz, Oaxaca y demás en donde se cuenta con la presencia de esta población, sin embargo la dependencia respondió que “no era necesario”, recriminó.
Nemesio Rodríguez recordó que los afro-mestizos se han tenido que enfrentar violaciones, vejaciones y discriminación por parte de las propias comunidades oaxaqueñas incluso por las autoridades estatales y federales.
A pesar de que se tienen indicios de que esta población –afro-mestizos- fue asentada desde el año de 1512, con la llegada de Cristóbal Colón a México, las autoridades han hecho oídos sordos ante las voces que claman que más de un millón de personas pertenecientes a “la tercera raíz” sea reconocida en el país.
“Las políticas públicas, el reconocimiento legal incluso los servicios básicos no existen para los afro-mestizos porque son invisibles, no existen en el mapa debido a la falta de interés y la desidia de las autoridades, para evitar que la comunidad siga inmersa en el abandono y la miseria”, sostuvo el coordinador del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC).
Incluso la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi) reconoció que no existe un programa para coadyuvar a la situación que vive la raza negra por que no existen registros y cifras de cuantos descendientes viven en las zonas de la Costa Chica, el Istmo de Tehuantepec y en Valerio Trujano.
Las carencias en materia de educación, salud, servicios básicos, saneamiento ambiental con las que tiene que liderar la comunidad afro-mestiza de Oaxaca, incluso refleja las condiciones en las que viven cientos de comunidades indígenas del país, apuntó Nemesio Rodríguez.
El también investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calificó como un “hecho vergonzoso”, que las autoridades encargadas de generar políticas públicas para el desarrollo humano no cuenten con un registro de esta comunidad considerada como la “tercera raíz”.
La Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) exigió al INEGI, en mayo del año pasado, realizar un censo en los estados de Veracruz, Oaxaca y demás en donde se cuenta con la presencia de esta población, sin embargo la dependencia respondió que “no era necesario”, recriminó.
Nemesio Rodríguez recordó que los afro-mestizos se han tenido que enfrentar violaciones, vejaciones y discriminación por parte de las propias comunidades oaxaqueñas incluso por las autoridades estatales y federales.
A pesar de que se tienen indicios de que esta población –afro-mestizos- fue asentada desde el año de 1512, con la llegada de Cristóbal Colón a México, las autoridades han hecho oídos sordos ante las voces que claman que más de un millón de personas pertenecientes a “la tercera raíz” sea reconocida en el país.
“Las políticas públicas, el reconocimiento legal incluso los servicios básicos no existen para los afro-mestizos porque son invisibles, no existen en el mapa debido a la falta de interés y la desidia de las autoridades, para evitar que la comunidad siga inmersa en el abandono y la miseria”, sostuvo el coordinador del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC).
Incluso la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi) reconoció que no existe un programa para coadyuvar a la situación que vive la raza negra por que no existen registros y cifras de cuantos descendientes viven en las zonas de la Costa Chica, el Istmo de Tehuantepec y en Valerio Trujano.
